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Ni un solo segundo más podrás vivir sin tener tu nuevo y flamante Mono StarScope.

Aparta de mi este cáliz.

Esto es uno de esos monstruosos anuncios que aparecen en plan “pop-up”en cualquier página que tenga publicidad, o sea en todas menos la mía. Es un producto seguramente de calidad patatera, pero os lo pongo para evocar un hecho que sucedió hace miles de años cuando yo era mucho más joven, cuando Barcelona era aún una ciudad encantadora y próspera, y cuando Sonimag se celebraba en los pabellones de la Avda. Mª Cristina aquí en mi ciudad.

Resulta que a unos cuantos amigos que paseábamos por el citado Sonimag se nos ocurrió mirar por unos prismáticos y también por un pequeño telescopio de la firma Swarovski Optik. La impresión que tuvimos es difícil de describir y, al menos yo, aún la mantengo imperecedera grabada a fuego en mi segunda neurona: decir que la calidad era soberbia es quedarse infinitamente corto. La imagen parecía de realidad aumentada, se veía mejor que con los ojos desnudos, la nitidez era sobrecogedora, el contraste excelente, no había ni asomo de aberración cromática y la distorsión geométrica apenas se apreciaba.

En aquel momento yo me juré a mi mismo dos cosas:

  • Nunca más compraría un objetivo que no fuera Swarovski Optik
  • Inmediatamente me haría con un prismático de la firma.

Ninguna de las dos cosas se ha cumplido nunca: la primera porque los malvados chic@s de Swarovski nunca se han dedicado a fabricar objetivos para cámaras, y la segunda porque en cuanto vi el precio de sus productos me hice el despistado y pensé inmediatamente en cualquier otra cosa.

Ya veis que asociaciones más extrañas tienen las neuronas.

En fin, esta es una peliculita donde un busto parlante que habla mucho y no enseña nada, eso si, te convence para que te dejes de historias y ni se te ocurra comprar una DSLR en lugar de su afamado producto.

Probablemente enloqueceréis de puro gusto si miráis aquí:

Y si no ha sido así siempre podréis entreteneros en encontrar la ley de formación de esta serie: 48-96-108-144, que corresponden exactamente al precio de una, dos, tres y cuatro criaturas de estas.

El tema no es baladí, no señor:

  • 1×48 = 48
  • 2×48 = 96
  • 3×48 = 144
  • 4×48 = 192

¿A que es curioso?

A este enlace solo llegarás después de dar tumbos y tumbos por la red donde te machacaran el coco hasta que no puedas rechazar esta irrechazable oferta.

adolfo

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