¿Alguna vez habéis visto una película “coloreada”? ¿Aporta algo el color a esa película? ¿Os imagináis “La lista de Schindler”, o “El jovencito Frankenstein” en puro color (en moderno), o La Reina de Africa, Casablanca o El halcón maltés en Technicolor?
Es por eso que he puesto el titular que he puesto sacado del artículo que acabo de leer escrito por Fernando Sánchez. Estoy totalmente de acuerdo con él.
¿Sabéis una cosa?: en las fotos que hago en mis queridas montañas cada vez me gustan más las versiones de blanco y negro.
Para meditar sobre el asunto, razón en: