Una de los montones de cartas Ishihara
El mal de nuestro querido californiano favorito ya tiene cura. Nunca más esos colores imposibles.
Dos párrafos seleccionados al azar os darán idea del asunto.
El introito GIMP de Fernando Sánchez:
Seguro que a muchos fotógrafos y diseñadores les será útil. A los que percibimos sin problema el color, porque hemos hecho el test de las cartas de Ishihara, nos servirá para hacernos una idea de un mundo distinto.
La solución médica para Ken Rockwell:
Los responsables del descubrimiento, el matrimonio de científicos Jay y Maureen Neitz, que llevan estudiando desórdenes de la vista desde hace años y que han encontrado una forma de implantar genes que pueden reemplazar a las proteínas que se encargan del reconocimiento de los colores en las células de los ojos encargadas de esa tarea, los conos.
Todo lo he visto en:
¿De que color es esto?
Nota tonta: ni mi mujer ni yo somos daltónicos, pero muchas veces no nos ponemos de acuerdo en tonos tipo azul o verde turquesa. Yo suelo decir que es verde y ella dice que es azul. Y eso tiene que depender de cómo cada uno de nosotros percibe el color y también de cómo nos han enseñado a percibirlo. Un negacionista tal vez diría que el color no existe y un positivista diría que depende.
¿Por qué no hacéis la prueba de ir a cualquier software de edición y pintáis una pantalla con valores RGB de transición y le preguntáis al prójimo de qué color es eso? Igual conseguís una buen discusión.
