Para que los iPhonistas no os mordáis las uñas hasta los codos os revelaré ahora mismo que la noticia bomba es que: el iPhone 13 es un pelín, solo un pelín más fácil de desmontar que sus antecesores.
No es que el Sr.Tim Cook haya decidido poner las cosas fáciles, no, pero al menos no son tán difíciles. Si eso es un primer pasito para mejorar en el profundo autismo que ha caracterizado esta marca/religión desde que nació es algo que dejo para valoración de cada uno de vosotros.
Lo que si os voy a poner aquí a modo de resumen es la google conclusión visto desde el punto de vista de las condiciones de reparabilidad. Los colores semafóricos son autoexplicativos y hablan por si mismos.
- Los reemplazos de pantalla y batería siguen siendo una prioridad en el diseño de los nuevos iPhones.
- La mayoría de los demás componentes son modulares y de fácil acceso o sustitución.
- La multitud de tipos de tornillos hace que la reparación sea más difícil de lo necesario, pero al menos no son pegamento.
- Los métodos de impermeabilización complican algunas reparaciones, pero hacen que sea menos probable que se produzcan daños por agua (costosos).
- Una vez más, el vidrio doble significa daños por caída doble y, a pesar de las mejoras en la durabilidad a lo largo de los años, todavía no hay una manera fácil de reemplazar el vidrio trasero.
- El emparejamiento de componentes de software complica innecesariamente muchas reparaciones, socava la credibilidad de la reparación de terceros y reduce la funcionalidad crítica del dispositivo cuando se repara sin las herramientas de calibración patentadas de Apple.
Y ahora ya si, dedicado a mis queridos patólogos forenses vocacionales, la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad están en:
Pero a mi me la han contado en:
Por si este nimio detalle fuera un paso hacia la ansiada abertura, regocijémonos todos juntos.