Esta absoluta tontería que he puesto en el titular es lo que se le ha ocurrido a mi calenturianta segunda neurona al hacer la resta ponderada de estas dos cantidades.
Pero en realidad lo único que subyace escondido en esta breve nota es que el suministro de estos, supongo, estupendos objetivos, se hace a cuenta gotas (como todo hoy en día) y que los pocos ejemplares que salen de la fábrica van seguramente a USA, que para eso es el país más guapo del mundo.