Lo normal hoy sería desearos unas muy Felices Fiestas, pero yo os voy a desear mucha prudencia y mucha suerte. Me explico.
Dicen los gurús que la cepa Omicron es un poco más contagiosa que el virus del Sarampión, que hasta hoy ha sido la infección vírica más contagiosa en la historia de la humanidad.
No me tengo por hipocondríaco ni mucho menos por alarmista, pero lo razonable es tomar todas las precauciones posibles. Este bicho es un cabronazo y aunque parezca que has pasado la infección de forma leve te deja unas secuelas que salen mucho después con consecuencias imprevisibles. Mi padre, que era muy mayor, lo pillo el año pasado en la residencia donde estaba y lo pasó aparentemente bien. Pasados unos meses tuvo una infección de orina que le pasó a la sangre. Se le pararon los riñones y duró 24 horas. Quien más quien menos tiene un familiar o un amigo que, sin consecuencias tan graves, lo ha pasado mal.
Esta noche y mañana se celebran las tradicionales cenas y comidas de Navidad.
Os pido que, si podéis evitarlo, no las hagáis y si no podéis evitarlas toméis todas las precauciones posibles. Cada uno tiene sus circunstancias y yo estoy en el segundo caso. Mañana, mi mujer, yo, mi hija y su marido comeremos con mis suegros, mis cuñados y mis sobrinos: total 10 personas, pero 5 burbujas, dos de ellas con alta interacción social. Eso si, todos vacunados con pauta completa de 2 ó 3 dosis. Intenté negarme a ir pero se montó un drama familiar que me ha hecho claudicar. Vamos “acongojados”, y tomaremos todas las precauciones posibles y que nos dejen, pero me veo a mi mismo jugando a la ruleta rusa.
Por ello os pido que tengáis todo el cuidado del mundo. Esto no es ninguna broma. Deseo y espero de todo corazón que pasadas las fiestas continuemos siendo 713 + 1. Amén.
Adolfo, 24 de diciembre del 2021 a las 7 AM.
Para desengrasar, os pongo esta viñeta del genial Forges del 2007. Es el espíritu navideño pre-pandémico. Entre otras cosas es por eso que yo noy demasiado navideño.