Pues eso, la historia ha acogido en su seno a este hermano de vida efímera pero que al menos ha cumplido su función, cosa que no pueden decir muchos gerifaltes de nuestro mundo político.
De verdad que no hay “qu’echarse” a llorar por una cosa así. Hay muchas otras cosas en este mundo que merecen un llanto inconsolable y desde luego esta no sería la primera. Una de esas cosas podría ser la no existencia de un Canon EF 24-70 bueno de verdad, pero esa es otra historia de la que espero hablemos ampliamente el año que está a punto de empezar, amén.
Pues oye, me quedo con el finado.
Cada vez que sale MkII se corre el riesgo de abaratarlo, en este caso se le ha quitado sa sujeción a bayoneta. A saber si había un defecto de solidez en el anterior.
Hay zoom largos que no llevan collarín ni en opción y que con el Adapter se alargan más, el poder sujetar por el mismo y no por la máquina le da un plus de reparto de pesos.
Saludos