Canon EF 24-70F2,8L III: ¿por qué no?
Zach Sutton, que es un “escribiente” habitual en la WEB del Imperio de Roger Cicala, publica hoy un artículo que google empieza así:
Sin lugar a dudas, sin espejo es el futuro de la fotografía. Canon y Nikon han detenido más o menos la producción en sus plataformas DSLR, y Sony y Fujifilm se han centrado en el mercado sin espejo desde hace algunos años. Y aunque las plataformas sin espejo tienen varias ventajas sobre las plataformas DSLR, una gran desventaja es el costo. A menudo, las cámaras sin espejo requieren un poco más de electrónica, lo que aumenta su costo inicial. Además, los costos de las plataformas sin espejo continúan aumentando cuando comienzas a mirar sus alineaciones de lentes. Por ejemplo, el Canon EF 24-70mm f/2.8L II cuesta alrededor de $1900 nuevo, mientras que la versión RF es $2,400. Al observar el aumento de los precios en todos los ámbitos, pensé que era hora de comenzar a buscar algunas opciones más asequibles para cada una de las plataformas.
Si queréis saber todo lo que cuenta, lo encontraréis aquí.
Nota tonta 1: decir que estoy violentamente en contra del introito que ha puesto el bueno de Zach quizás sería un poco exagerado, pero no puedo dejar de poner estas dos ideas que han acudido a mi segunda neurona en cuanto lo he leído.
- Idea 1: una cosa cuesta lo que quieren que paguemos por ella. Es verdad que una cámara con más electrónica es un pelín más cara que una cámara con menos electrónica, pero como la electrónica no cuesta nada el incremento de valor es ridículo. Es infinitamente más difícil y más caro montar en fábrica una DSLR con su espejo y subespejo perfectamente calibrado que una “mirroless” que es una placa base con sensor razonablemente colimado, así que el único motivo que hay para que una “mirrorless” hipertofiada de chips sea más cara que una equivalente DSLR es solo debido y proporcional a la cara dura del fabricante. Vale, es verdad que hay que pagar los costes de desarrollo (global shutter de la Z9), pero ni aún así.
- Idea 2: el mismo motivo, la cara dura del fabricante, es el que hace que los objetivos “mirrorless” sean más caros que los DSLR, y más cuando cada vez más se ven ayudados por el software posterior. Seguro que diseñar y construir una buena estructura óptica DSLR hace unos cuantos años era más delicado y caro que construir ahora una equivalente “mirrorless”
Así pues, sacando factor común, a mi juicio (que puede ser totalmente equivocado) estamos ante un problema de “cara dura”, amén.
Nota tonta 2: ¿y si le hago un pedido a Roger Cicala de 1.000 Canon EF 24-70mm f/2.8L II, se los paso a Germán Pierre, y devolvemos 999, sería yo más feliz? Quizás si, pero aprecio demasiado a Germán como para hacerle esa trastada. También le puedo pedir que la selección me la haga el bueno de Roger con su maquinita Imatest, pero no tengo tanta confianza con él como para eso. Jo, que desgracia.
