Cuando yo paseaba de muy jovencito con mi padre por Sonimag, se me caía la baba cuando veía un tomavistas Bolex, pero me escurría de puro gusto cuando veía una Beaulieu, pues de estos, que normalmente eran de 16 mm, recuerdo que había uno de 8 ó Super 8mm. Si, yo era casi un niño y en aquella etapa me gustaba todo. No soy capaz de situar la época, pero andaríamos por la década de los 70 y nada.
Si, aunque no lo creáis y desde luego yo nunca lo reconoceré en público, en aquellos remotos tiempos a mí me gustaba el cine. También la fotografía, pero sobre todo el cine. Después maduré y cambié. Espero que mi querida Madre del Amor Hermoso, de la que yo no era devoto en aquellos tiempos, me haya perdonado.
Bien, pues imagino que esta vez Iker le ha aguantado el babero a Álvaro para que no dejara el suelo hecho un asco.
Aquí los veréis a los dos.
No hay mucho más que ver en: