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Oda a la obturación electrónica de la Nikon Z9: demos la bienvenida al mundo “mechanicless” y después al «integral-mechanicless»

Todo honor y toda gloria, amén.

Esto no es más que un panegírico de lo que ya hemos hablado aquí un montón de veces y que constituye el principio del fin del obturador mecánico sin vuelta atrás posible. Curiosamente no lo ha hecho Sony, lo ha hecho Nikon, aunque a mí me gustaría saber quién hay detrás de todo ello. Seguramente nos enteraremos al mismo tiempo que nos enteremos de qué demonios pasó ayer en el Congreso de los Diputados con la aprobación de la reforma de la Reforma Laboral.  A mi hasta me pareció ver en un rincón la cara de Putin, aunque no estoy seguro.

De todas maneras, para que las “mirrorless” sean definitivamente “mechanicless” es preciso desterrar de los objetivos el diafragma mecánico y para ello los fabricantes deberán aplicar el invento mío que ya he publicado aquí un montón de veces. Solo así tendremos las verdaderas “integralmechanicless” y solo así yo me haré trillonario con la patente que no tengo y por fin podré migrar no solo a mirrorless, sino a “integralmechanicless”. Amén.

Por cierto, ¿cómo ha conseguido Iker una Z9? ¿Qué inconfesables acuerdos tiene con el Sr.Nikon para haber recibido tal privilegio?

Bueno, venga, va, lo recuerdo, así de generoso y desprendido soy.

Este es el invento que me hará trillonario. El IRIS LCD con una doble función:

– el «iris» electrónico: CopyRight yo –

  1. Oscureciendo por completo (transparente o negro) unas celdas si y otras no, tenemos el diafragma convencional.
  2. Oscureciendo todas las celdas con un nivel de gris tenemos un filtro ND incluido y por el mismo precio.

Se que todo ello no es solo genial, es lo siguiente. Gracias, gracias, no es necesario que aplaudáis.

En un episodio anterior

En un episodio muy anterior

adolfo

2 comentarios

  1. No se yo si la estructura transparente del cristal liquido, permite obtener imagenes nitidas o si por el contrario ejerce un efecto de filtro antialiasing mutiplicado por π. 😉

  2. Desde el Profesor Franz de Copenhague que no veía tal derroche de inventiva.

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