¿Que podría yo deciros del análisis de nuestro californiano favorito sobre la “mirrorless” más profesional del mundo Canon, o sea la EOS-R3?
La verdad es que un reto así supone para mí un desafío colosal más allá de mis capacidades, así que tengo un miedo horroroso a no estar a la altura, pero os prometo que al menos lo voy a intentar.
Vamos allá.
- No aporta nada nuevo a lo que ya sabemos.
- Es muy, pero que muy extenso.
- No, tampoco con esta cámara ha conseguido Ken colores naturales.
- Eso si, podéis saciar el morbo de ver una imagen a 204.800 ISO.
- Eso también, las imágenes de la maquinita son tan grandes que no solo podréis comprobar si en los “poros” de su piel se alojan coronavirus, sino que podréis distinguir además la cepa de la que se trata: a mi me han parecido todos “Omicron Sigilosa”
El esfuerzo neuronal realizado me ha dejado exhausto así que lo único que puedo hacer ahora es aconsejaros que os pongáis unas gafas de sol y dejaros solos ante el peligro.
Bonus Track:
Aunque el Sr.Canon nunca se equivoca, hete aquí un nuevo firmware que evita un problema inexistente.
…..Que barbarité!!. Hasta al nene se le ve la caspa.¡¡ozú, ozú!!…….