¿Quién iba a decir que en este domingo de pasión, cuando los problemas del PP se han difuminado como lágrimas en la lluvia y cuando el COVID, aunque presente, ya ha perdido todo protagonismo gracias a un megalómano henchido de soberbia empeñado en cambiar las fronteras de Europa a la vieja usanza (a golpe de palo), y ya desesperado yo de encontrar algo que contaros, me iba a salvar los muebles nuestro californiano favorito con una hipermegacoloreada prueba de este zoom tele universal por excelencia?
¿Y que he sacado yo de este sesudo análisis? Pues básicamente tres cosas:
- Cosa 1: que California es un caluroso desierto habitado por gente altamente adinerada. Para constatar dicha afirmación no hay más que ver las tres fotos de paisaje que nos ofrece.
- Cosa 2: que los colores que saca el bueno de Ken no dependen del equipo que use y la verdad es que no se a que se deben pues incluso los JPG directos de cámara hay que mirarlos con gafas de sol.
- Cosa 3: que en el hipotético e improbabilísimo caso de que yo llegara a un acuerdo con mi Amo y Señor José Luis Escrivá para que me pudiera transmutar a mirrorless, y en el no tan hipotético caso de que dicho cambio favoreciera al Sr.Sony (que ahora también se va a dedicar a fabricar coches eléctricos, por cierto), este cristalito estaría en la lista de mis oscuros blancos objetos de deseo. Amén.
Enloquecidos por admirar la mejor región del mundo del mejor país del mundo, razón aquí.