A pesar de la fascinación que la “american way of life” produce en la mayoría de los mortales, puedo prometer y prometo que si algún día mi mujer y yo nos perdemos no perdáis el tiempo buscándonos en USA. Cada cual tenemos nuestros gustos y nosotros pensamos que no se nos ha perdido nada allí. Además, tienen un defecto en sus cuerdas vocales que hace que suene como si fuera brexit pero con la boca llena de piedras y chicle y la nariz tapada. Es un tormento.
Aún así, pisar las mismas piedras que ha pisado mi querido Ansel Adams e intentar emular alguna de sus míticas imágenes siempre ha sido un oscuro deseo mío que seguramente nunca cumpliré. Bueno, no pasa nada. Hay cosas peores, y tanto que si.
Lo he visto aquí y me he emocionado, al menos un poquito.
Estimado Adolfo.
Cuando era jovencito sentía fascinación por los Estados Unidos de Norteamérica.
Ahora, a mi edad priorizo otras cosas.
Por fortuna, vivo en Tenerife, donde en cualquier momento subo al Parque Nacional de El Teide o me voy al macizo de Anaga y me traslado a otro mundo. En ambas localizaciones nunca me canso de encontrar nuevos matices, colores y formas.
Un cordial saludo a toda la peña.