Lo creáis o no, en este lunes de dolor en el que aún no sabemos si la nueva cepa Delta/Omicron es tan grave como la Omicron y tan infectiva como la Delta (huy que bien), o tan grave como la Delta y tan infectiva como la Omicron (huy que mal), o cuando constatamos que el Zar de todas las Rusias aprovecha, ya que está, para probar sus nuevos juguetitos como los misiles hipersónicos a 10 veces la velocidad del sonido para que no se le escape ningún niño ni ninguna mujer que huya en busca de paz, o los misiles hiperbáricos que con una sola explosión reducen a cenizas todo lo que haya en una superficie de 100 x 100 metros, o cuando comprobamos con asombro cómo, con la que está cayendo, Don Pedro y su ministro de asuntos exteriores compromete el suministro de gas desde Argelia a toda Europa por contentar al Rey Moro que no tiene gas pero si la llave para controlar la sangría de “desgracios” africanos en busca desesperada de una vida mejor en nuestro continente, y todo eso pasa en el mismo mundo en que otras personas son capaces de mover 18 espejos a un millón de kilómetros con una precisión superior a las micras Ftc 18-3-2022, lo único que encuentro para contaros es lo que he puesto en el titular y soy perfectamente consciente de que no va a ser un análisis de los que pasen a la historia y solo vale para la madrugada de un lunes donde no hay nada más.
Lo que cuenta Ken Rockwell puede estar bien o menos bien, pero no os debéis perder las imágenes de muestra donde aparece un césped verde digno de las diapos Fuji de los primeros tiempos y unos geranios rojo reventón digno de la mismísima y ya extinta Kodachrome 25.
- No me digáis que esto no es espectacular.
Ken será genio y figura por toda la eternidad. Amén.
Este es el «Special Edition»
Y para que comparéis a gusto este es el «No Special Edition» No es del mismo probador, pero es lo que hay.
Extra, extra: al día siguiente también Ken Rockwell analiza al no Special Edition