
– la fábrica de los prodigios –
De este supernotición solo válido para una madrugada de lunes de dolor y pasión en el que no hay nada más que contaros, mi privilegiada mente, solo comparable a la de un político en pleno mitin, se atreve a sacar dos preguntas para las que aún así no he encontrado respuesta y es por eso que me veo en la triste humillación de pedir ayuda.
- ¿Para que nos empeñamos en pedir objetivos hiper nítidos sobre sensores hipermagapixelados si la Inteligencia Artificial de Gigapixel o de algún otro software asimilado nos la multiplica x10 en un periquete?
- ¿Cómo es posible que un comando de software libre no haya quemado aún hasta los cimientos todas las sedes del Sr.Microsoft por haber incompatibilizado sin la más mínima necesidad Windowss 11 con más del 80% de ordenatas que hay hoy operativos en este Valle de Lágrimas que llamamos mundo?
Deberéis echarle un rato en pensar la respuesta, porque yo ya he estrujado a mi segunda neurona hasta el límite de vaporizarla y no he hallado solución a ninguno de los dos enigmas, aunque el que más me preocupa es el segundo, claro. Pienso que eso es motivo más que suficiente para que mi amigo Elon Musk lleve al espacio al Sr.Satya Nadella atado a su cohete, pero por la parte de fuera y justo a la salida de los quemadores. Recojo firmas.