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¿Son las baterías de estado sólido la solución al coche eléctrico?: un artículo cultural para el Viernes Santo.

¿Le cambiamos las pilas al coche?

Tres reflexiones son las que sigo haciéndome desde que empezó la milonga del coche a pilas como la solución a la movilidad y a la contaminación.

  1. Mientras a un coche eléctrico no se le pueda cambiar la batería como las pilas a un juguete no tendremos solución. Los chinos ya lo hacen.
  2. Y si no, mientras yo no vea que donde haya un coche aparcado, ya sea en la calle o en el garaje de casa, haya un punto de recarga, no tendremos solución.
  3. Hasta que las omnipotentes simpáticas y empáticas Compañías Eléctricas no me demuestren que tiene capacidad de generación y distribución, tanto en alta tensión (multiplicar x 2,5 lo actual) como sobre todo en el acceso a las casas (multiplicar x 10 lo actual), de toda la energía que hoy sacamos del petróleo, pudiendo asumir los costes que ello implica sin subir el recibo de la luz a 30.000 € el Mwh, no tendremos solución.

Bueno, eso son cosas que a veces pasan por mi segunda neurona, y aun a riesgo de estar totalmente equivocado, oso compartirlo aquí.

El artículo que os quería contar iba de las nuevas baterías de estado sólido, pero de él voy a destacar solo este introito que esconde un subliminal mensaje la mar de divertido e interesante y que por su gracejo yo he destacado en rojo.

Que tal, ¿cómo lo veis?

¿Qué son las baterías de estado sólido? Básicamente —y como detallan en Motor Pasion— las baterías de estado sólido son una evolución de las de iones de litio que podemos encontrarnos hoy en VE como los de Tesla, aunque, eso sí, con mejoras importantes. La clave reside en el electrolito que utilizan. En las de iones de litio es un líquido y en las nuevas que intentan sacar adelante marcas como Nissan, un material sólido. Por ejemplo, nanohilos de oro envueltos en manganeso e inmersos en gel o electrolito de cristal. Puede parecer un cambio menor, pero es clave para los coches.

Con el tiempo y a medida que se van cargando y descargando, el litio líquido de las baterías convencionales acaba solidificándose y eso deteriora la separación entre los electrodos. ¿Resultado? Una pérdida de prestaciones, sobrecalentamiento e incluso cortocircuitos o, en el peor de los casos, una explosión. Los dispositivos de estado sólido previenen ese deterioro, lo que alarga su vida útil y ofrece una mayor seguridad; y logran, además, mejoras relevantes en algunos de los puntos débiles que presentan ahora los coches eléctricos, como la autonomía o el tiempo de carga.

Todo lo demás lo encontraréis aquí:

adolfo

Un comentario

  1. Intereses y cabezas inteligentes pensando en soluciones, seguro que no faltan. Alguna o algunas soluciones habrá. Espero que mejores que la de quienes tuvieron la genial idea de añadir plomo a la gasolina para mejorar su eficiencia.
    Lo que está claro es que seguir quemando fósiles que contaminan no es el camino ya.
    Volver a la máquina de vapor o a la tracción animal, por ahora, tampoco.

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