En el incansable afán de las operadoras de telefonía por enloquecer a sus sufridores, la compañía dirigida actualmente por Álvarez Pallete, eutanasia sus ofertas Fusión y las transmuta por otras que se llaman miMovistar.
Dado que Telefónica mantiene los contratos en vigor tal y como están, al sufrido usuario no le queda otra que dedicarle tiempo y esfuerzo a ver si alguna de las nuevas tarifas le resulta más interesante que la que tiene ahora, en un ejercicio de dificultad solo comparable a la de hacer la declaración de la renta sin equivocarse en ninguna casilla para que la administración no te trate como un delincuente y al cabo de dos años te haga una paralela afeándote tu error y condenándote unilateralmente a intereses de demora (la suya) y multa por intentar engañar al Gran Hermano que vela por todos.
Así se escribe la historia: eso se llama libre competencia y mercado.