Y no digo más, porque no se me ocurre que más decir. Bueno, en realidad si se me ocurre, pero si os dijera que lo que tres mil millones de canonistas desesperados anhelan es un EF 24-70F2,8-4L IS USM de campanillas me tacharíais de “pesao”, ¿no? Pues por eso no lo digo.