En Nikon’s House se busca sin descanso al becario que ha dedicado algunos segundos de su tiempo a preparar un nuevo firmware para una cámara obsoleta que hace ya años está muerta y enterrada en la historia de las DSLR.
Cuando lo encuentren será sujetado a cuatro briosos corceles que lo desmembrarán muy despacito en presencia de todos los diseñadores y desarrolladores de productos “mirrorless” como ejemplo y para que una tropelía semejante no vuelva a ocurrir por los siglos de los siglos amén. Faltaría más, hombre.