¿Donde estás Carl?, no nos abandones.
Cuando alguien escribe las memorias de un personaje no puedo evitar que la cosa me suene a epitafio. Mi querida Madre del Amor Hermoso evite que eso sea así en este caso. El bueno de Carl ha hecho cosas muy chulas en todos estos años, incluida la familia Otus. Bien es verdad que en los últimos años anda desaparecido y solo se manifiesta en ocasiones señaladas y dentro de ópticas telefonilleras.
¿Volveremos a ver ópticas Zeiss en las más reputadas mirrorless de alta gama? Ah, eso solo Dios lo sabe, pero como está escondido detrás del BigBang e infinitamente ocupado cuidando del multiverso y sus infinitos universos, nunca nos dice nada y nos quedamos a dos velas. ¿Será que se han fugado todos a Japón y son los que diseñan ahora los Sony GMaster? ¿Será que los becarios que quedan solo conocen el mundo a través de los telefonillos y creen que no hay nada más?
Sea como sea mirar esta interesante peliculita (infinitamente más interesante si te manejas bien en brexit) no os hará ningún daño y os entretendrá media horita en la que es hasta posible que os olvidéis de “la calor” insoportable de estas crueles fechas, y aún nos quedan tres meses de sufrimiento.
