Efectivamente, nuestro querido Tim Cook encontró un colador en un chino de Silicon Valley (según se entra en Cupertino a mano derecha) y lo instaló en sus nuevos SO con la consecuencia de que hasta el hacker más obtuso se ha podido colar en tu dispositivo apoderándose de él y de paso de toda tu vida.
Como eso está feo el mismo Tim ha ido al mismo chino y ha comprado un saco de tapones de La Selva (comarca catalana afamada por estas cosas) que ahora distribuye gratuitamente y rojo de vergüenza entre sus asombrados súbditos.
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