Esta breve nota no debe ser tomada como un análisis ni siquiera como un ensayo aconsejatorio. Creo yo que más bien es una entregada entrega a la Nikon Z9 y sus circunstancias. Y solo os lo pongo porque en este sábado de pasión da la impresión de que los crueles e insoportables calores de semanas pasadas, con sus altos y bajos, van a la baja y puede que hasta den a la humanidad una oportunidad de sobrevivir. Amén, que quiere decir así sea.
Ciertamente esta maquinita me ha hecho tilín desde que salió, sobre todo por su obturación electrónica integral, aunque me llevé un disgusto muy gordo cuando me enteré que la obturación electrónica daba mucho más ruido a ISO’s altos que la obturación mecánica. Aún estoy buscando el por qué y no lo encuentro. tampoco me gusta su descomunal cuerpo Pro tamaño Hulk XXXXXXL.
Sea como sea ambas cosas me dan la excusa perfecta para esperar a la Nikon Z9 Mark II, con la mitad de tamaño y con la obturación integral sin ruido ninguno, naturalmente todo ello embutido en el cuerpo, botones y menús de una Canon EOS-R5 Mark II, que uno a mi edad ya no está para ir cambiando de formatos y ergonomía.
En fin, que con la Z9 se pueden hacer fotos de paisaje tan chulas como con cualquier otra cámara: solo hace falta un paisaje bonito y sobre todo un fotógrafo bueno.
Sí, hay también quien graba video con la Z9. El cielo lo perdone y mi querida Madre del Amor Hermoso le sople en la oreja que hay cosas que no se hacen.
¡Muy chulas las imágenes!