Pues eso, después de un periodo de inactividad absolutamente inaceptable de prácticamente un mes Optical Limits vuelve a la vida con el análisis de este zoom que ya os digo yo que sale muy bien parado del envite pero aún así no se hace acreedor a la codiciada valoración de “altamente recomendable” y es que los baremos de esta WEB son muy severos y rigurosos.
Solo yo tengo unos baremos de calidad más altos y por eso sufro lo indecible fotografiando con mi equipo Canon. No, es broma, ¿o no lo es?
Yo os pongo aquí la google conclusión y os recuerdo que esta WEB no se deja traducir en plan automático.
Veredicto
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¿Así que Tamron ha mejorado en esta categoría de objetivos? Sí, lo ha hecho. El Tamron 28-75mm f/2.8 Di III VXD G2 ha mejorado sustancialmente respecto a su predecesor en todas las categorías críticas. En términos de nitidez, es especialmente impresionante a 28 mm, donde alcanza los niveles de un objetivo de primera. La calidad del centro es extraordinaria en todos los ajustes relevantes, y el campo de imagen exterior es fácilmente muy bueno, incluso a f/2,8. La nitidez disminuye ligeramente cuanto más se aleja el zoom. A 35 mm y 50 mm, la calidad central sigue siendo excelente, mientras que el campo de imagen exterior disminuye a niveles buenos-muy buenos. Sin embargo, el 75mm sufre un poco. La calidad central sigue siendo alta, pero los bordes/esquinas sufren un poco. Curiosamente, la mejora de la nitidez general se ha conseguido sacrificando las distorsiones de la imagen, que son bastante mayores que en el antiguo objetivo. La autocorrección de imagen viene al rescate, por supuesto. También es necesario para compensar el elevado viñeteado, especialmente a 28 mm f/2,8 y 75 mm f/2,8. La CA también es comparativamente alta para un objetivo moderno. Volviendo a los aspectos más positivos, el bokeh es mucho más suave ahora. No sólo en comparación con el objetivo G1, sino que también es mejor que la mayoría de los objetivos de esta clase. Todavía hay un poco de franja de bokeh a f/2.8, aunque es bastante moderado en el gran esquema de las cosas. También es obvio que la calidad de la imagen de cerca ha aumentado.
La calidad de construcción sigue la tradición de Tamron, es decir, el uso extensivo de plásticos. Esto no se traduce en una mala calidad. No hay nada que se tambalee, ni siquiera al hacer zoom hasta 75 mm, y el nuevo lenguaje de diseño es bastante atractivo. Sin embargo, si prefiere un objetivo tallado en metal, debería buscar en otra parte. Una ventaja evidente de esta filosofía de diseño es el bajo peso. También cuenta con un sellado básico contra las inclemencias del tiempo. Una gran ventaja es el rápido AF del nuevo motor lineal VXD. La opción de actualizar el firmware y personalizar las funciones a través de USB también es encomiable.
Aunque su predecesor ya era popular, el Tamron 28-75mm f/2.8 Di III VXD G2 merece por fin un puesto alto en las listas de ventas. El precio de 900 dólares/euros es casi una ganga para un objetivo zoom estándar f/2,8, lo que lo convierte también en el rey del valor en esta clase.
- Calidad óptica: 7 sobre 10 (muy buena para ser un zoom según los baremos de esta WEB)
- Calidad mecánica: 7,5 sobre 10
- Precio/rendimiento: 10 sobre 10
- Valoración final: un discreto silencio.
Dicho lo cual hete aquí el delito, las pruebas, la deliberación y la sentencia: