
¿Por qué será que los ricos siempre ríen?,
¿no quedamos que el dinero no da la felicidad?
Cuando yo consiga una audiencia trillonaria me haré asquerosamente rico con la publicidad que no tengo, me compraré un paraíso fiscal donde guardar mi inmensa fortuna y después, a su vez, compraré a las dos empresas del titular liberando así al mundo de su tiranía. Entonces no solo seré feliz, sino también el nuevo amo del mundo. Buen plan, ¿eh?
Pregunta impertinente solo para economistas de prestigio y “summa cum laude”:
¿Que valor añadido, que beneficio para el mundo crean los gerifaltes y gestores de estas empresas solamente moviendo dinero electrónico por las Bolsas de todo el mundo? ¿No sería mucho más provechoso encerrarlos a todos en una ciudad sin ley y obligarlos a subsistir con el sueldo mínimo el resto de sus días?