Si señor, cuando una máquina voladora se atreve a hacer fotos (y no solo video) es que lleva una cámara digna de ese nombre, y este Classic III incorpora una cámara M43 para un resultado “de altura”.
Pero yo, como soy malvado hasta la médula, desafío a máquina y piloto a hacer un retrato. Anda, a ver si se atreven, y sin distraer al retratado, claro.
Madre mía, que poco cariño le han puesto al hacer estas fotos, lo único rescatable es que al ser tan oscuras se podrá analizar cuanto aguanta la imagen al ser aclarada, por lo demás, ni la técnica básica, ni encuadre, ni el motivo elegido, ni la altura, nada de nada.