Ahora ya os lo puedo contar porque ya estoy en Barcelona. Mi mujer y yo hemos pasado el otoño en mis queridas montañas. En cuanto pueda os pondré una galería.
Bajamos ayer, Cielo Santo, que mal olía Barcelona al entrar por la Avda.Diagonal. Ya digo yo que tanto oxígeno no podía ser bueno.
Pues bien, antes de ayer, con lluvia y tormenta, tuvimos un corte de luz pero de esos simpáticos, con fluctuaciones de tensión y cosas raras. Saltaron un montón de automáticos e incluso el pueblo se quedó sin internet porque cayó algún equipo de Movistar. Tardaron todo el día en repararlo, y ayer fue el día de vuelta, así que he estado dos días sin aparecer por aquí. Igual con los pocos que sois ni lo habíais notado.
Lo cuento para que lo sepáis y no os preocupéis. Mi precaria salud no me ha jugado ninguna mala pasada. Fue la tecnología y Gaia sacudiéndose las pulgas porque ya se ha hartado de nosotros.
Si supero el shock de la “reentrada” volveré a estar por aquí con normalidad.
Mucha salud para todos.
Adolfo: 19-11-2022
La miro a diario. Así que notarse se notó.
Un poco de mosqueo, hubo…
Me alegro de que estés de vuelta.
Ahora con la calma…
Ahora se entiende el parón de tu ausencia.
Vivir en una ciudad tiene sus ventajas. Pero pagamos un alto precio. Y no sólo por la vivienda. Cuando algo huele mal, sano no puede ser.
De verdad: ¡estaba preocupado!. En verdad se notó la ausencia.
Sí que se notó, nos tienes muy mal acostumbrados a estar siempre al pie del cañón :-). Me alegro que haya sido por una incidencia técnica.
Saludos
Estupendo regreso «a los mandos «.
Un poco extrañado estuve, ya que consulto el blog a diario.
Un cordial saludo a toda la peña.