- El que no crea tal cosa puede descreerse aquí.
- El que si la crea puede confirmarla también aquí.
- Y todos en general podemos entonar el “lacrimosa” del Réquiem de Mozart, el más alegre de todos los réquiems que en el mundo son y están, en recuerdo de la fotografía convencional que está a punto de desaparecer.
Y ahora, desde la osadía que solo puede dar la ignorancia, una píldora de culturilla por alusiones:
Si os gusta la música clásica sin duda sabréis que el director de orquesta Karl Böhm era un especialista en Mozart y se caracterizaba por unas interpretaciones tan lentas y pausadas que rozaban lo imposible y eso llenaba la sala de conciertos de una solemnidad que solo se podía cortar con una Katana recién afilada.
Este es un ejemplo del Lacrimosa del Requiem de Mozart con Karl Böhm frente a la maravillosa Sinfónica de Viena, bastante antiguo.
Y esto es lo mismo pero de la archiconocida película Amadeus de Miloš Forman donde F.Murray Abraham hace un papel glorioso (Salieri) que a mí me gustó infinitamente más que el de Tom Hulce (el propio Mozart)
A ver si notáis la diferencia en el “tempo” (cadencia, velocidad)
A golpe de «metrónomo» esta sería la cadencia matemática, que luego puede ser matizada por elementos correctores, como “ma non tropo”, “asai”, “maestoso”, etc, etc……..
- Largo: muy lento (20 bpm).
- Lento: lento (40 – 60 bpm).
- Grave: lento y solemne (40 – 43 bpm).
- Adagio: lento y majestuoso (66 – 76 bpm).
- Andante: al paso, tranquilo, un poco vivaz (76 – 108 bpm).
- Moderato: moderado, como su propio nombre indica (80 – 108 bpm).
- Allegretto: un poco animado(96 – 112 bpm).
- Allegro: animado y rápido (110 – 168 bpm).
- Vivace: rápido (121 – 140 bpm).
- Presto: muy rápido (168 – 200 bpm).
- Prestissimo: rapidísimo (más de 200 bpm).