La cosa empieza así:
Ansel Adams compartió una vez la reflexiva idea de que «siempre hay dos personas en la fotografía: el fotógrafo y el espectador». El espectador tiene un papel importante para construir una realidad a partir de nuestras fotografías.
Es un ensayo poético de esos que hay que leerse varias veces para sacarle todo el jugo, o tal vez para desengañarse porque no hay nada ahí.
Bueno, hombre, para el día de pre-Acción de Gracias, con todos los pavos de EEUU en capilla, puede valer, ¿no?