Que el resultado no es como para tirar cohetes, vale, pero coño, ¿y lo que se ha divertido primero pensándola y luego haciéndola, eso no vale nada? Ah, pues eso.
Yo estoy esperando a que hagan el primer político con una impresora 3D. Aunque sea una estatua, no se mueva ni haga nada, por lo menos no robará ni tampoco tendrá ninguna mala idea. Y lo mismo podríamos decir del primer juez 3D, no prevaricará ni se atornillará a la poltrona.
En fin, este es el invento.
Y esto lo que cuentan del inventor.
Nota tonta: consigue 288 fotogramas por rollo. A 24 fps eso supone una peliculita de 12 segundos. Con dos peliculitas puede montar un anuncio para TV, recuperar la inversión y si tiene suerte hacerse trillonario. Bien por el bueno de Joshua Bird, que así se llama el inventor.