Bueno, pues ya estamos en el 2023. ¿Ha cambiado algo aparte del número? Pues no lo se. Ayer tuvimos fiestorro en casa y cumplimos con la segunda estación de penitencia. Aún no he visto ningún telediario.
Veamos: hechos probados.
- Todo el mundo se pone en marcha este lunes 2 de enero. Bueno, todo el mundo no. Hay una aldea hispánica que se resiste al sur de las Europas y mantiene la fiesta casi una semana más.
- Ningún Servicio Secreto le ha puesto a Putin un supositorio de plutonio por donde se ponen los supositorios. Eso quiere decir que en el fondo ya les va bien el asunto.
- Biden y los suyos se están haciendo de oro vendiendo petróleo texano y gas licuado de fraking.
- Mao Zedong Mark II (que ahora se hace llamar Xi Jinping) sigue jugando de trilero y amagando que si si, que si no, y de paso le da tientos s Taiwan a ver si se apodera de su fábrica de chips.
- La inflación, la de verdad, la del Mercadona, sigue subiendo según las leyes del mercado, leyes que solo entienden los que inventaron el mercado. Sin embargo los Empresarios y el Gobierno con suerte subirán sueldos y pensiones lo que haya subido la inflación subyacente, palabro inventado por los economistas para enmascarar la inflación real.
- Y de España, de las Españas, ¿que os voy a decir? En este cada vez más triste rincón por donde sale el sol la prioridad del “nostre molt honorable president” vuelve a ser un referéndum pactado con el estado y vinculante con el mundo para crear un diminuto país integrado en los Estados Unidos de Europa. Si se lo creen, malo, porque son unos ilusos. Si no se lo creen, malo, porque son unos mentirosos. Y si creen que con eso seremos dichosos, comeremos perdices todos los días y tendremos presidentes mejores que Rajoy, peor, porque entonces es que son unos inútiles. ¿Por qué no miramos un poco a Euskadi y su estrategia no de independencia, sino de no dependencia?, algo infinitamente más astuto.
- Para dorar la píldora tenemos elecciones, en mayo autonómicas y municipales, y en otoño generales. Eso nos garantiza un año más de bronca y desgobierno absoluto.
Coño, me ha salido un introito un tanto politizado, y de verdad no es lo que yo quería. Sin embargo ya me conocéis, y por eso lo dejo. Sé que no os enfadaréis (demasiado) y no me importa confesarme aquí cada día un poquito más.
Bueno, sea como sea, de todo lo anterior solo puede presagiarse que el 2023 hará bueno al 2022, augurio que en mi más intimo deseo me encantaría que no se cumpliera. Amén.
En cualquier caso, era el primer artículo del año, y después de ver el concierto de Año Nuevo en 4K, por cierto, uno de los conciertos más correctos pero sin alma que nos brindó Franz Welser-Möst, me ha apetecido empezar con el gorro de oráculo puesto, aunque la verdad lo que me ha salido no es como para tirar cohetes. Espero equivocarme en todo. El año 2024 lo dirigirá Christian Thielemann, que ya lo ha hecho alguna vez, y tampoco me gustó.
Dicho lo cual, el tema de esta breve nota, pues si prescindimos de lo anterior, es brevísima, trata de los filtros magnéticos de Maven y su aventura Crowdfunding-stica en Indiegogo.
Apocalypse Now:
- Nota tonta: sobre la pregunta del titular le acabo de escribir un telegrama a James Clerk Maxwell para que me aclare el asunto.
- Nota más tonta aún: si, en el Cielo son muy conservadores y por eso he sacado del armario el viejo teletipo de 75 baudios. Es en el infierno donde se está al loro, con telefonillos y metaverso a raudales.
- Consejo tontísimo: yo no los usaría nunca, pero igual son solo manías mías.
- Consejo electoral: Ensayo sobre la lucidez, de José Saramago.
- Adenddum: yo tengo la solución para todas las Españas, se me ocurrió hace ya unos años, pero no me atrevo a decirla, quizás alguno entonces si se enfadaría.
- Duda hematopoyetica: jo, ¿me he pasado con el introito?, ¿me he pasado con este artículo?
Perdón, me he equivocado, y no volverá a pasar ……………………………….. hoy.
Para que esperar a las malas evidencias que irán confirmando a fin de año,
Yo por si acaso, ya empiezo a felicitaros a todos el 2024, con mis mejores deseos para que sea mejor que este. 🙂