Que no, que no me veo yo así.
La gente tiene capas: nadie es tan malo como a veces parece ni tan bueno como pretende, excepto si es político, claro. Nadie es tan radical como aparenta ni tan tolerante como nos quiere hacer creer, excepto si es político, claro. Nadie es totalmente negro, pero tampoco absolutamente blanco, excepto si es político, claro. Yo tampoco, naturalmente, y nunca he tenido ni vocación ni maneras de político, así que en un ejercicio de puro “striptease mental” voy a ir despojándome de capas y velos hasta que al final aparezca la verdad, o bueno, tal vez solo una parte de la verdad. Eso seréis vosotros los que lo tendréis que juzgar.
Velo 1: ni siquiera Irene Terrón va a convencerme de grabar video con su breve y sencillísimo tutorial para ni pre-iniciados que acaba de publicar en el Blog de Casanovafoto. Y aquí se acaba el “affaire”, así que lo siento pero la prensa del corazón se ha quedado sin exclusiva.
Velo 2: la verdad, o parte de ella al menos, es que si yo difícilmente aguanto mis propias fotos, mucho más difícilmente aguantaría mis videos. Una foto no buena (o mediocre, como las que hago yo) se puede aguantar si la miras muy poco tiempo. Pero una peliculita mediocre es inaguantable. Es mucho más difícil “hacer cine” que “tirar fotos”.
Velo 3: en realidad yo sí que he hecho algún video, solo en plan reportaje casero para documentar un par de excursiones de las más fáciles y vistosas de mis queridas montañas: la ruta hacia el Forao de Aiguallut y la ruta hacia el Refugio de Estós. Los grabé con mi Sony RX100 IV en Full HD (suficiente para mí) y después los edité con el superobsoleto y macarrónico Movie Maker para poner títulos, cabeceras, y enlazar secuencias. ¿El resultado? Pues mediocre, como no podía ser de otra manera, y solo soportable para los que amamos aquellas montañas y solo si no tenemos nada mejor con que aburrirnos. Solo los hemos visto una vez. Lo creáis o no, duran más de una hora cada uno.
Velo 4: ¿acabaré yo mis días haciendo video? No lo creo. Pienso que no. Como digo, para que salga algo decente hace falta una preparación, un esbozo de guión, una continuidad, un mínimo de material, mucha paciencia y bastante gusto. El Señor no me ha iluminado con esas virtudes, pero no me quiero morir sin documentar la fiesta de mi pueblo de adopción, Benasque, en el Pirineo de Huesca. Hay campanas, desfiles con pendón, ronda a las mozas, música, baile, jotas y mucho colorido. Es el día 30 de Junio y es la fiesta de San Marcial. Ya lo hice hace bastantes años en foto, y es un bonito recuerdo. Ahora me falta en video.
Por alusiones y sacadas al azar de YouTube.
Nota tonta: la ceremonia principal, el Ball dels Omes, se hace en la plaza del Ayuntamiento sobre las 12 del mediodía. El sol cae a plomo y en medio de la plaza hay un enorme tilo que proyecta una sombra más negra que nuestro porvenir. En el resto de la plaza deslumbra el sol. Eso no hay manera de filmarlo en condiciones salvo que aparezca un día muy nublado. Esa es una dificultad más añadida, y no menor, por cierto.
Ahora es mucho más fácil hacer vídeo que antes, lo difícil es tener buenas ideas 😉