Si a partir del título habéis intuido que estoy desesperado por contaros cualquier cosa, estáis en lo cierto. Ya lo dije en el artículo anterior: este martes de gloria se ha convertido en un martes de dolor más yermo en noticias que la mente de un político si hablamos de buenas ideas. Es por eso que echo mano al manual de filosofía pura que nos entrega casi diariamente el bueno de Thom Hogan: Carpe Diem.
El título que le ha puesto nuestro querido filósofo de cabecera a su ensayo poético de hoy ha sido: Skipping a Beat, y la verdad es que yo, después de leerlo en diagonal no se si es un tirón de orejas o una palmadita en la espalda del Sr.Nikon. A ver que os parece a vosotros.
El título que yo le pondría, ayudado por mi inteligencia artificial a válvulas, sonaría algo así:
¿De verdad el usuario normal es lo suficientemente jilipollas como para no estar contento si no tiene varios lanzamientos espectaculares de su fabricante favorito cada año?
Bonus track:
Esta frase me ha gustado:
Los humanos son básicamente animales de manada impacientes.
El contexto está aquí: