Los denodados e ímprobos esfuerzos que hace el becario y único habitante de DxO Mark por demostrar que aún hay vida debajo de la Torre Eiffel son del todo encomiables, pero la verdad es que son inútiles porque ya hace mucho tiempo que los telespectadores nos hemos dado cuenta de que DxO Mark ha dejado de existir, lo que ciertamente es una lástima.
¿No sería más sensato reconocer que por la coyuntura, por el entorno, por el negocio, por el gobierno Social Comunista de Sanchez, o por Putin, DxO Mark no ha tenido más remedio que bajar la persiana? Yo creo que más honrado si sería.
Entretanto llega la hora del reconocimiento, o mucho más improbable, de la resurrección, aquí os dejo el último artículo que se le ha ocurrido al becario.
Nota tonta: los equipos de instrumentación y de análisis que tienen en DxO Mark son magníficos. Si los venden en Wallapop avisadme, que igual me interese por alguno. Tienen de todo y de lo mejorcito.
Si tienen material de análisis, en este artículo no los han utilizado. Una birria de conclusiones, que las plataformas recortan en frecuencia, en rango dinámico y en bitrrate. Menudas conclusiones!
Con una aplicación gratuita (Audacity, por ejemplo), se analiza todo eso sin ningun esfuerzo.
Tienes razón, el autor parece necesitar dos cafés.