Venga, un google introito y unas peliculitas os darán buena cuenta de la magnitud de la tragedia y también, ya de paso, os mostrarán claramente que en nuestro mundillo no hay mucho más que contar.
Las carreras de Fórmula 1 llevan mucho tiempo a la vanguardia de la tecnología automovilística, con equipos que gastan cientos de millones de dólares en crear algunos de los coches de carreras más rápidos y avanzados del planeta. La retransmisión mundial de la Fórmula 1 ha ido abriendo nuevos caminos, siguiendo el ritmo de los coches en la pista, utilizando helicópteros en cada carrera para las vistas aéreas, cámaras integradas en el vértice de las curvas e incluso cámaras de 360 grados en los propios coches.
Durante los dos últimos años, la F1 ha estado probando cámaras de punto de vista en los cascos, para que los espectadores en casa pudieran ver la pista desde la perspectiva de sus corredores favoritos. Al principio, las minicámaras se probaron con algunos pilotos durante las sesiones de entrenamientos libres de algunos grandes premios. Esta próxima temporada, la F1 obligará a todos sus pilotos a llevar las cámaras de visera, lo que promete imágenes espectaculares de los 23 circuitos de todo el mundo incluidos en el calendario de Fórmula 1 de 2023.
An adrenaline rush like no other in sport! 🍿#MonacoGP @Charles_Leclerc pic.twitter.com/8JGqZqVSaE
— Formula 1 (@F1) May 27, 2022
Nota tonta:
A mí los coches nunca me han excitado y si algún día me pierdo no me busquéis en ningún salón del automóvil. Pero la Formula 1 si. Yo de jovencito iba a ver a los coches correr en el circuito de Montjuïc cuando aquellos chalados en sus locos cacharros, y también los espectadores, se jugaban la vida en un circuito urbano donde no había escapatorias y las protecciones eran balas de paja. De eso hace muchos años. Me encantaba el ruido (entonces oía bien) y el olor del combustible quemado con trazas de éter.
Después, cuando se inventó Montmeló, ya me daba mucha pereza ir y volver en procesión, y me conformaba con la tele.
Más adelante, cuando se inventaron las plataforma y todo, menos los anuncios, se volvió de pago, ya ni eso.
Bueno, tampoco me rasgo las vestiduras y puedo vivir con eso.
Por alusiones:
«Aquellos chalados en sus locos cacharros» no se aplicaba a la Formula 1, se aplicaba a los primeros artilugios que osaban despegarse del suelo. Era el título de una película más loca aún de los locos años 1965 donde yo tenía 11 añitos.