Y dijo Albertito: E=mc2
Este no es un tema baladí ni que se pueda tratar a la ligera. Nosotros en la universidad tuvimos una asignatura cuatrimestral que se llamaba energía nuclear y centrales. En ella se nos dieron pinceladas de que era y cómo funcionaban ese tipo de centrales, de los cuales había varios tipos. En aquella época detrás de la escuela había un pequeño reactor y allí nos llevaron una vez, no a ponerlo en marcha, solo a jugar y medir algunas fuentes radioactivas con radioisótopos de diferente actividad. Nos pusieron a todos unas placas chivatas de dosificación y recuerdo el ruidito de los contadores Geiger con mucho respeto. Allí pasaban cosas que no veíamos.
Recuerdo que puse una pila AA vieja que había por allí sobre una fuente de isótopos, y cuando el profe me preguntó qué estaba haciendo le dije que “una pila atómica”, cosa que no le hizo ni pizca de gracia, pero al menos no se quedó con mi cara. Menos mal.
Después de ese cuatrimestre ya todos estábamos en posesión de un barniz cultural y casi divulgativo de que era eso de la energía nuclear por fisión y con esos masivos conocimientos que recuerdo de hace 48 años sin haberlos usado nunca más, me atrevo a pontificar esto:
- La solución real a los problemas energéticos pasa por controlar la energía de fusión, pero para eso aún falta un rato.
- Las energías renovables y más o menos limpias: sol, viento, agua, están muy bien, pero solo pueden servir para absorber los picos de demanda.
- La electricidad generada por centrales térmicas que queman combustibles fósiles o gas son abominaciones que deberían dejar de existir por decreto ley desde ya mismo.
- Es la energía nuclear, la de fisión, la única que tenemos, la que debe soportar el grueso de nuestro consumo energético, y ya no me meto en la broma del coche eléctrico. A algún político se le ha ocurrido preguntarle a un ingeniero cuanta energía que ahora sale del petróleo va a tener que salir de las centrales eléctricas si conseguimos que todo el parque de vehículos de todos los tamaños sean totalmente eléctricos.
En fin, que en mi modesta opinión, o cambiamos radicalmente de tipo de vida (ojalá) o no tenemos más remedio que volver a abrazar con entusiasmo los reactores nucleares de última generación, mucho más límpios y seguros.
