Con la desilusión de mirar por la ventana esperando ver una Barcelona con un metro de nieve y algodonosos copos cayendo ingrávidos y ver solo un sucio chirimiri, con la desilusión de ver al Barça tirar la liga en el peor partido de su historia reciente, con enorme desilusión de ver que ningún político se ha disuelto aún en su propio jugo vitriólico hecho de maldad, ineptitud y corrupción, con la tremenda desilusión de constatar que mi Amo y Señor y vecino de arriba no me va a arreglar lo de mi pensión condenándome así de por vida a ser obsoleto DSLRista y desencantado canonista, y con el desespero de ver que los telediarios y periódicos siguen rivalizando por ver quien cuenta la desgracia más gorda, puedo concluir y concluyo que hoy es un día desilusionante.
Del pozo de esa inconsolable desilusión nos salva a todos esta crónica analítica descriptiva de nuestro querido dúo dinámico sobre una cámara compacta firmada por Herrrrrr.Andreas incrustada dentro de un telefonillo que a pesar de ser Xiaomi tiene la desfachatez y la indecencia de costar más de un Sueldo Mínimo Interprofesional.
Yo no voy a contar nada de él, porque Iker nos lo cuenta todo en su peliculita y artículo. Lo único que voy a decir es que tiene un sensor de 1” y 50 Mpixels, y lo digo porque me viene de perlas para hacer una inocente pregunta.
¿No quedamos que en un sensor digital el ángulo de incidencia de la luz tiene un papel vital en la calidad de la imagen final? ¿Qué ángulo de incidencia en las esquinas del sensor de 1” tiene la luz en una cámara con una “distancia de registro” muy inferior al espesor de un telefonillo? ¿Dónde queda la deseada telecentricidad? ¿Qué sabe Herrrrrr.Andreas que nosotros no sabemos?
Hala, ya tenéis para dejar de pensar en vuestro voto de mayo y diciembre para meditar, al menos un rato, en este tema infinitamente más transcendente
Xiaomi 13 Pro, así es el smartphone con cámaras “auténticamente Leica”
- Xataka 1.400 € (400€ para el Sr.Xiaomi y 1.000€ para Herrrrr.Andreas)