
Yo que tu lo probaba, forastero.
Hubo una época en que fui audiófilo, ya os lo he explicado alguna vez. Ahora me resisto como gato panza arriba a la tortura del sonotone, pero estoy al borde de ellos.
Evocando aquellos felices tiempos en que aún oía bien, os cuento de estos auriculares que según parece, además de tener una calidad excepcional en audio normal con una curva de respuesta prácticamente plana, resuelven con extrema solvencia los “cañonazos” de los más terribles juegos “arcade”.
¿Quien no puede permitirse entrar en el selecto y exclusivo mundillo de la Alta Fidelidad de Excepción (“High-End” en lenguaje culto) por solo 30 euros?