Iba a decir que esa es una de mis muchas asignaturas pendientes, pero mentiría como un bellaco, quizás incluso como un político, que es el grado máximo de bellaquería que no conoce submúltiplos.
No, en realidad mi asignatura pendiente es el video. Muchas veces he dicho aquí que el video es algo que no me interesa. Es verdad, pero solo a medias. La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad es que si ya resulta para mi un suplicio ver de lo poco que soy capaz en foto fija, ¿cómo podría yo aguantar un video grabado por mi? El cine es una disciplina mucho más compleja que la foto, y ahí la mediocridad resulta mucho más evidente. No estoy preparado para semejante autotortura.
Sin embargo debo confesar que tengo instalado Adobe Premiere Rush y ahí permanece latente en su carpeta sumido en el sueño de los justos esperando una oportunidad que no puedo prometer que llegará.