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Va de restaurantes de prestigio y va de menús degustación, pero es una parábola.

– alegoría –

Vamos a jugar a un juego de rol (sueldominimistas y pensionistas abstenerse)

  • Imaginemos que hoy, que empieza el verano meteorológico que durará hasta el 15 de noviembre como poco, nos estamos paseando por el paseo marítimo de una agradable ciudad costera de cualquiera de las Españas que tienen mar.
  • Imaginemos también que son las dos de la tarde y nos entran ganas de comer.
  • Imaginemos que en ese paseo marítimo tenemos una oferta destacada de los mejores restaurantes de todas las Españas: Arzak de Jose Mari Arzak, Ola de Martín Berasategui, Akelarre de Pedro Subijana, El Celler de Can Roca de los Hermanos Roca, A Poniente de Ángel León, y cosas así, ya me entendéis.

¿Os miraríais los menús degustación antes de entrar y poneros más moraos que un político en campaña electoral?

Pues eso es lo que nos ofrece nuestro californiano favorito en la:

Nota tonta pero preciosa (al menos para nosotros):

Este es el menú degustación que mi mujer y yo nos metimos entre pecho y espalda en el restaurante de Karlos Arguiñano en Zarautz para celebrar nuestro 40 aniversario de casados. Fue nuestro primer viaje a Euskadi, duró tres semanas, nos trataron con mucho cariño, vimos muchas cosas, y lo pasamos de muerte. Tenemos un recuerdo inolvidable.

No es un *** Michelin, pero nos encantó y fue muy agradable.

adolfo

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