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He tenido una visión, y ha sido muy bonita mientras ha durado: ¿habrá sido la lluvia de ayer sobre Barcelona?

Ayer por la tarde llovió en Barcelona. Aunque estropeó un poquito los preliminares del segundo concierto del Boss, esta vez con la presencia de Tom Hanks, los lugareños lo agradecimos un montón. Es insuficiente para lo que vendrá, las cosechas están perdidas y “la calor” nos achicharrará, pero ha sido un bonito detalle del Cielo.

Por otra parte, en este lunes cuántico, triste y no triste a la vez, triste porque es lunes y no triste porque es fiesta en todas las Españas y puente en la más céntrica de ellas, debo confesar que he tenido una visión, una visión que me ha parecido preciosa. A ver qué os parece.

Por la gracia de Dios, vaya gracia.

He visto a nuestro Rey Felipe VI invitar a comer al gobierno y a todos los partidos y en el brindis decir algo así:

He pensado que con la que está cayendo y con lo que se va revelando de mi querido papaíto lo mejor sería dimitir y abolir la monarquía. Así mis niñas no tendrían que hacer la mili y podrían estudiar lo que quisieran.

Como yo no tengo la culpa de haber nacido donde he nacido ni de tener los padres que he tenido, tampoco se trata de que me dejéis en el arroyo. Me conformo con un chalé modesto en la sierra de Madrid, un utilitario eléctrico, y un despachito en La Zarzuela. Como por mi educación yo no sé hacer nada más que sonreír y poner cara de que las cosas me interesan, me podríais dar un empleo de “Embajador Plenipotenciario” para difundir la “Marca Todas las Españas” por esos mundos de Dios con un kilométrico de Iberia y un sueldo de dos veces el SMI, que mi mujer Leticia podría complementar con el cargo de «Fotocopiadora Mayor» de RTVE, por ejemplo, con otros dos SMI.

Pienso que es la mejor salida para todas las Españas y desde luego mucho mejor que la solución de que la Comunidad de Madrid se independice de España creando El Reino de la Villa y Corte, cosa que acabará pasando si no hago nada.

Tampoco es cuestión de correr. Se trata de que convoquéis un consejo de expertos para modificar la constitución y redactéis un par de leyes para la elección de Presidente de la Republica Española, que tampoco es tan difícil. Seguro que Macron os ayuda.  

¿Qué tal, como se os ha quedado el cuerpo mis queridos políticos de pacotilla?, aliviado, ¿no? Pues eso.

Y en este punto la visión se desvaneció entre unos preciosos vapores verdes fluorescentes.

Oiga, pues que queréis que os diga, ha sido bonito mientras duró.

adolfo

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