Más allá del resultado del análisis la buena noticia es que ya es el segundo “análisis clásico” que publica Optical Limits después de su oscura y tenebrosa etapa Patriónica, y eso es bueno para todos, para ellos y para nosotros. Que siga así por toda la eternidad, amén.
Esto es lo que google cuentan del cristalito, pero ya digo que eso queda hoy en segundo plano:
Veredicto
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El Tamron 17-70 mm f/2,8 Di III-A VC RXD es un poco como Jekyll y Hyde: es una curiosa mezcla de cosas buenas y malas que hacen que su decisión de compra sea un poco más interesante de lo habitual. En el lado positivo está, por supuesto, la altísima resolución, y eso directamente desde f/2,8. Es fácilmente comparable a los mejores de su clase en este aspecto. Sin embargo, al 70 mm le falta un poco de contraste a f/2,8. Las distorsiones de imagen son bastante normales para un zoom moderno para cámaras sin espejo – son bastante altas en los extremos de la gama sin ser excesivas (a diferencia del Sony E 16-55mm f/2.8 G a 16mm que es casi un ojo de pez). La corrección automática, por supuesto, se encargará de arreglar esto. La cantidad de viñeteado es muy evidente en los archivos RAW a 17mm f/2.8 y 70mm f/2.8, pero, una vez más, la auto-corrección está dando una mano para esto. Lo mismo ocurre con la CA lateral, que es ligeramente superior a la media. El objetivo ha sido criticado por la calidad de su bokeh, y podemos ver de dónde viene esto. Las altas luces desenfocadas se muestran de forma tosca, pero esto no es algo inusual entre los objetivos zoom estándar. El bokeh en la zona de transición de enfoque es bastante decente. Usted puede ver el fantasma de color ocasional cuando se dispara en fuentes de luz extremas, pero en escenas más convencionales, usted debe ser bueno.
Aunque estamos bastante impresionados por el rendimiento óptico (después de la auto-corrección), la calidad de construcción no está en el mismo nivel. Parece más un objetivo de consumo que un objetivo para usuarios profesionales. El plástico utilizado para el cuerpo del objetivo es un poco barato. En nuestra muestra, el zoom se arrastraba a pesar de tener un tubo interior bastante ligero. Tamron también omitió los interruptores habituales para el AF y el estabilizador de imagen, que es algo que normalmente se espera en una oferta de nivel medio. La alta velocidad de AF y el eficaz estabilizador de imagen vuelven a ser un punto a favor.
Si lo único que desea es una alta calidad de imagen, el Tamron 17-70 mm f/2,8 Di III-A VC RXD es probablemente un ganador. Sin embargo, si le gusta tener una calidad de construcción similar a la de un tanque, debería buscar en otra parte.
Puntuaciones:
- Calidad óptica: 7,5 sobre 10 (bastante bien)
- Calidad mecánica: 5 sobre 10 (para olvidar)
- Precio/rendimiento: 8 sobre 10 (razonable)
- Valoración final: discreto silencio
Análisis completo: