Este titular con aires científicos está exclusivamente diseñado para captar audiencia y hacerme trillonario con trillones de clics en la publicidad que no tengo, pero en realidad oculta una buena serie de terroríficas historias relacionadas con los hipnóticos láseres que pululan en los conciertos de música chimpum chinpum.
La pregunta es: ¿si ese mismo laser incide en la retina tiene algún efecto? Yo no lo se, pero no me gustaría probarlo.
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