0

Tozudez frente adaptación: este es el último ensayo poético de Thom Hogan que yo tomo como excusa para abrir las compuertas de mi embalse de sapos y culebras.

Alegoría pero bastante atinada.

A pesar de que soy de aquellos (que nadie se me enfade por la grosería) que cuando van a hacer pipí ven el chorrito pero no de donde sale, en un alarde con pirueta de doble mortal y medio con tirabuzón cojo el artículo filosófico preguntón que acaba de publicar nuestro filósofo de cabecera y arrimando el ascua a mi más que requemada sardina respondo la mar de ufano a las dos preguntas que incluye su último ensayo de hoy.

Así que mi primera pregunta para ti es «¿por qué estás siendo terco?» ¿Y estás seguro de que la terquedad está justificada?

Estoy siendo tan terco porque no me explico cómo es posible que el Sr.Canon tenga en su catálogo un EF 24-70F2,8L USM II con un campo de enfoque más curvado que una idea de Isabel de todas las Españas Ayuso. Menos aún me explico por qué el susodicho señor (es un suponer lo de señor) ha modificado la formula óptica del zoom más estandars de todo los estandars con nocturnidad y alevosía para curvar el campo de enfoque de forma tan manifiesta que enfocando a 50 metros los pies quedan perfectos, inutilizándolo totalmente para paisaje. Y tampoco entiendo que la alternativa que supone el EF 24-70F4L IS USM sea ópticamente correcto (si dejamos aparte las aberraciones cromáticas) pero mecánicamente sea un juguete tipo señorita Pepis y un atrapapolvo más efectivo que una mopa peluda. El Sr.Canon tiene en su catálogo cristalero DSLR un agujero negro que engulle todo su prestigio, si es que alguna vez lo tuvo.

Mi siguiente pregunta es «¿te estás adaptando a lo que te dan?» 

Con los antecedentes expuestos en la pregunta anterior, pienso que la respuesta es evidente. No, no me estoy adaptando y nunca me adaptaré. Deseo firmemente que todos los rayos que pueda fabricar el Dios de Dioses Zeus caigan en la dura cabeza del Sr. canon hasta que le reblandezca y entonces por fin vea la verdad. Amén.

Si alguien ha tenido la valentía y el aguante para llegar hasta aquí, que sepa que este es el filosófico ensayo que me ha servido de excusa para vaciar el saco de sapos y culebras que no cesa de crecer en mi interior. Amén.

adolfo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.