Como el coeficiente neuronal de los miembros de nuestra attoPeña supera los 4 dígitos bastará una pequeña pincelada subliminal para que el susodicho peñista sepa de que demonios estamos hablando y descubra como el señor que no cree en las mirrorless no solo ha perdido el norte, sino que ha roto la brújula y está leyendo el mapa al revés.
Hablamos, no podía ser de otra manera, del Pentax Film Project.
Madre del Amor Hermoso, sin pecado concebida.
¿Por qué los japoneses cuando hablan parece que siempre estén enfadados?
Pentax Film Project: nuevos datos sobre la compacta de carrete que prepara la marca
Al día siguiente:
Al día siguiente del día siguiente:
No veo suficiente madurez para una cámara fílmica totalmente nueva inventada desde cero (no estamos hablando de las Espio o de las GR), si bien se agradecen las buenas intenciones y presentan una hoja de ruta interesante y realista hasta cierto punto.
El mercado está cocinado o bien para que uno se suba a cualquier moda digital o para que uno compre lo ya existente en el mercado analógico, si tiene suerte de encontrar un ejemplar a un buen precio y en buen estado aunque sea un modelo alternativo y no tan explotado. Pero no veo aun con claridad que saquen algo pensado para una situación intermedia, a medio camino. Una cosa son los productos artesanales de tiradas cortísimas y otra reiniciar una industria paralizada hace muchos años.
Ricoh Pentax no la tiene fácil. Tiene de alguna forma vérsela con un mundo digital totalmente hostil. No es que a los grandes les importe un enano insignificante sino que les molesta, se hacen una pregunta al estilo ¿cómo te atreves a desafiarnos?
Con la irrupción de la IA en fotografía, el encarecimiento de los equipos fotográficos (cuyos precios, todo indica, seguirán creciendo) que los alejará del común de los mortales y la omnipresencia de la fotografía móvil (cada vez mejor y más evolucionada), no veo descabellado que el regreso a la fotografía química, sus procedimientos y sus liturgias, puedan prosperar. No, tal vez, como algo generalizado, pero si como un nicho de mercado (relativamente) importante.
De hecho ya existe desde hace tiempo esa tendencia solo frenada por el encarecimiento de los carretes al producirse un desarreglo entre la oferta y la demanda, cosa que podría solucionarse cuando este mercado crezca e irrumpan en él nuevos fabricantes.
¿Es posible que , salvo sectores muy profesionales y especializados, el futuro de la fotografia se divida entre fotografía móvil y fotografía química? ¿Y esta última considerada como «auténtica» al poder ser validada su «realidad» mediante la existencia de un negativo?
No lo veo tan descabellado, la verdad, y, tal vez, los de Ricoh sean unos autenticos visionarios.
Veremos…