El común de los mortales, o sea el pueblo llano que se someterá a tortura el próximo domingo 28 ejerciendo su deber cívico y constatando horas más tarde que todos los partidos han ganado y los ciudadanos los que han perdido, contestaría sin vacilar la contaminación cero, pues la combinación de hidrógeno y oxigeno solo da agua.
Pero al agudo lector de este Blog no se le habrá escapado que la verdad es muy otra.
La verdadera ventaja del hidrógeno como combustible es que al menor accidente ni las compañías aseguradoras ni los colapsados servicios sanitarios tendrán nada de qué preocuparse pues a 200m de la zona cero todo se habrá volatilizado instantaneamente.
Eso si, cada accidente supondrá la construcción de 400m nuevos de carretera o autopista. No se puede tener todo.
Lo que se suele olvidar, es que el hidrógeno, es sólamente un vector de transmisión de la energía. Como la cadena de la bici.
Hay que consumir energía para producirlo, energía que se libera en el motor.
Como los molinillos y placas no bastarán, ni de lejos, Francia piensa ocupar sus centrales nucleares en tan ecológica misión, asi que los coches, realmente, funcionarán en el futuro, con energía nuclear.
Yo diría más: en el futuro los coches funcionarán con bocadillos de chorizo (que es lo que comerán los obreros que construirán las centrales nucleares, térmicas, de hidrógeno, solares o eólicas).