0

Si tienes la increíble osadía y la tremenda audacia de imprimir tus obras maestras en casa, aquí tienes los mejores papeles del 2023 según PetaPixel

Ah, ¿que no va de esto?:
perdón, me he equivocado y no volverá a ocurrir

Google introito:

La impresión fotográfica fue en su día una forma de arte muy extendida y vital en sí misma. Aunque había (y hay) varias técnicas para producir copias a partir de película, la más común en la era de la película era el uso de papel fotosensible y una ampliadora: el papel se exponía a un negativo de película o a una transparencia positiva (película de diapositivas) mediante la ampliadora en un cuarto oscuro, o una unidad de exposición digital como una máquina minilab, que solía encontrarse en casi todas las tiendas del gremio.

Con la combinación de la fotografía digital e Internet, sobre todo las redes sociales, la impresión de fotos ha quedado relegada a un segundo plano. La mayoría de la gente de mi edad ni siquiera tiene una impresora normal. Sin embargo, producir uno mismo bellas impresiones fotográficas es más fácil (y barato) que nunca, gracias a la aparición de impresoras de inyección de tinta asequibles y a una plétora de papeles para bellas artes.

No, yo no he caído en esa tentación. Lo de la impresión casera me supera por muchas cabezas y no digamos si metemos ahí el tema de la calibración y la gestión de color. Juro que si alguna vez hago alguna foto digna de imprimirse iré al laboratorio EGM con un TIF a 8 bits, tal como me ha recomendado Hugo Rodriguez.

Lo que sigue es para fotógrafos con prisa:

At a Glance

De un vistazo

Y el sesudo argumentario está aquí:

adolfo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.