Hoy inicio mi jornada laboral en un día de esos divertidos. Vivo muy cerca de la frontera entre Barcelona y L’Hospitalet, que es la c/Riera Blanca. Hoy es fiesta local en Barcelona, pero no en L’Hospitalet. En un lado de la calle todo está cerrado y en la otra todo abierto. Eso da lugar a situaciones extrañas empezando por las compras diarias y acabando por el trabajo de los padres y el colegio de los niños. Es un verdadero desbarajuste que tuvo su máxima expresión en los confinamientos perimetrales por la pandemia y toda la casuística asociada.
Pero hoy no hablaremos de eso, hablaremos de las Auroras Boreales y las Montañas Rocosas donde el bueno de Rafael y su equipo os pretende llevar a todos en noviembre de este año.
Rafael debe ser un enamorado de esas montañas porque ya estuvo allí en febrero de este mismo año.
De dinerito no dice nada, pero jura que si le pedís información os apuntará en la lista y os mantendrá puntualmente informados.
Es infinitamente de agradecer que Rafael os lleve a la parte de las Montañas Rocosas que está en Canadá, no solamente porque está a mayor latitud, sino porque así os libráis del engorro de tener que llevar siempre puestos varios chalecos antibala necesarios para sobrevivir en el salvaje Oeste Americano.
Para que veáis lo que se disfruta aquí nos pone esta peliculita.
Nota tonta: es verdad que no me importaría, pero jamás iría a un sitio tan guapo sin mi mujer. Son ya 45 años juntos.