
He visto entierros mucho más animados.
Con la inmensa alegría que da constatar que ya tenemos 8.131 nuevos alcaldes con sus correspondientes cohortes dispuestas a sacarnos hasta los higadillos y hacer inhabitables nuestras ciudades y pueblos, inicio mi jornada laboral dominical contándoos que el susodicho becario del titular ha tenido la “habilidad” de no haber captado ni una sola banda callejera o un entierro de esos con música tristona de jazz. Tampoco se ve ni un solo barquito de esos que aparecen siempre en las películas del oeste en las riberas del Misisipi.
Por cierto, el objetivo demuestra bien a las claras lo que es, vamos, que no es un Zeiss Otus como los de los viejos tiempos.
Algo así:
O tal vez así: