En realidad hasta aquí quiero leer porque de esa manera entráis a mirar, aumentáis la audiencia y mi autoestima puede subir hasta −273.14 ºC, que es una décima por encima del cero absoluto, que además es la temperatura a la que cesa toda actividad molecular y coincide, naturalmente, con la temperatura de la mente de un político.
No señor, no pienso “spoilear nada”. Como máximo os diré que los dos son “S” de “stupendos”