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Una cosa lleva a la otra y al final el asunto acaba en un soberbio y escandaloso escándalo.

Efectivamente, el más tonto hace relojes.

La IA de google cuyo trabajo es inundarte la pantalla con irresistibles anuncios para que piques dejándote en ello hasta los higadillos sucumbiendo a la tentación, me ha llevado a una WEB donde aparecía el AF-S Nikkor 400mm f/2.8E FL ED VR y sus 11.200 dólares. Después me ha llevado a otra página donde aparecía el Canon RF400mm F2.8 L IS USM que por pura casualidad cuesta 12.000 dólares.

Entonces he pensado que sería estupendo que alguien de prestigio hiciera una sesuda comparación entre ambos con la Nikon Z8 y la EOS R5 que más o menos tienen los mismos Mpixels.

Mientras espero este feliz acontecimiento se me ha ocurrido hacer “scroll” sobre la página de Canon y al final he llegado a los accesorios y he visto uno cuyo precio me ha asombrado, alborotado, provocado, trastornado, incomodado, irritado, ofendido, enojado y hasta escandalizado.

Lo único que ha acudido entonces a mi segunda neurona han sido calificativos como estos:

Sinvergüenza, fresco, descarado, caradura, golfo, canalla, ruin, bajo, tunante, pícaro, bribón, granuja, sinvergonzón, pérfido, perverso, ruin, vil, malicioso, maligno, malo, bellaco, depravado, indigno, infame, execrable, brutal, inhumano, atroz, despiadado, desalmado, bárbaro, feroz, implacable, insoportable, insufrible, lacerante, sádico, sanguinario, violento, rata inmunda y animal rastrero.

A las pruebas me remito:

¿Vosotros creéis que por un parasol, o sea un tubo de 15cm, se pueden pedir 1.100 €, o sea un SMI completo

Bibliografía delictiva:

adolfo

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